Es cierto que tener un buen hábito de estudio te garantiza tener buenos resultados y por ende ser un buen estudiante. En cambio, la falta de un buen hábito de estudio te hace no llegar a conseguir los objetivos que te has marcado. Da igual si estudias la ESO, bachillerato, universidad o estás preparándote para una oposición. Conseguir un buen hábito de estudio adecuada para ti te impulsará a conseguir tus objetivos.
Ser un mejor estudiante consiste en ser un mejor aprendiz, en aprender a aprender.
El problema es que nunca te han enseñado cómo aprender.
¿Qué son los hábitos de estudio?
Las técnicas de estudio o estrategias de estudio son distintas perspectivas aplicadas al aprendizaje general.1 Hay una variedad de técnicas de estudio, que pueden enfocarse en el proceso de organizar, tomar y retener nueva información, o superar exámenes. Estas técnicas incluyen mnemotecnias, que ayudan a la retención de listas de información, y toma de notas efectiva.
Wikipedia
Los hábitos de estudio son los métodos y estrategias que acostumbra a usar el estudiante para asimilar unidades de aprendizaje, su aptitud para evitar distracciones, su atención al material específico y los esfuerzos que realiza a lo largo de todo el proceso (Cartagena, 2008).
Los hábitos de estudio son el primer paso para desarrolar la capacidad de aprender de una forma verdaderamente efectiva. Y son importantes, ya que:
- Los hábitos de estudio promueven el desarrollo del lenguaje y capacidades cognitivas como la memoria y la atención.
- Los hábitos de estudio refuerzan valores como la constancia y la disciplina.
- Los hábitos de estudio fomentan el planteamiento y posterior consecución de metas a corto y largo plazo.
- Los hábitos de estudio aumentan la autoestima y la seguridad, sintiéndose a la altura de poder enfrentarse a las exigencias escolares.
Crear hábitos de estudio
¿Cómo definirías el aprendizaje? La mayoría de estudiantes lo consideran un resultado de toda la información que les llega cada día en las clases, por lo que dicen los profesores, los libros o algunos videos y cursos.
El problema es que de esta manera toda esa información solo permanece a muy corto plazo fresca en tu cabeza, y esa es la razón por la cual el siguiente cuatrimestre o el siguiente curso no recuerdas nada y al empezar de nuevo las clase te parece todo completamente nuevo.
Si lo piensas, esta situación es un poco absurda… Estudias muchísimo cada año para aprobar las asignaturas que te permitirán tener un título y conseguir el trabajo y la vida que quieres, pero poco después del examen no te acuerdas de nada, y así durante cuatro años (con suerte), donde cada año todo parece empezar nuevamente desde cero.
Aprender algo nuevo no debería parecerte algo totalmente nuevo.
¿Sabes andar en bicicleta?
Piensa cuando cogiste la bici por primera vez, era algo totalmente nuevo que todavía no sabías hacer, pero después de mucha práctica y de algunas caídas aprendiste a andar en bici. A partir de entonces, cada vez que coges una bicicleta sabes que no volverás a caerte.
En cambio, imagina que cada vez que cogieras la bicicleta fuera como la primera vez y todo fuera completamente nuevo. De ser así, o bien tendrías las rodillas prácticamente en carne viva, o habrías aparcado la bici en casa y no la hubieras vuelto a coger.
Si no lo ves normal con la bicicleta, ¿por qué crees que es lo normal con el estudio?
Aprender algo nuevo debería ser algo normal, no algo difícil que te deja las rodillas llenas de moratones.
Una vez aprendes a andar en bici puedes andar por cualquier tipo de camino, en los parques, en la playa, en la montaña… Aprender debería ser igual, una vez aprendes cómo aprender puedes estudiar cualquier cosa.
Al igual que cuando aprendes a andar en bici, cuando estudias, ese conocimiento no puede quedarse solo en la teoría, tienes que ponerlo en práctica.
Practicar con lo que sabes es una forma de aumentar la curiosidad y de reforzar tus conocimientos, nunca podrás aprender nada de verdad si dejas que la información fluya en una sola dirección, de fuera hacia dentro.
Los hábitos de estudio de los buenos estudiantes
¿Quieres saber cuáles son los hábitos de estudio de los estudiantes que siempre sacan 10 y parece que estudiar no les suponga ningún esfuerzo?
Vamos allá!
1.Preguntas sí, pero las justas.
Las preguntas son fundamentales para agilizar el aprendizaje y si tienes una duda es importantísimo que se la preguntes a un experto sobre el tema de forma que no te atasques en esas dificultades que vas encontrando.
Pero hay una diferencia entre preguntar para sacarte las dudas o preguntar porque no tienes ganas de pensar. La mayoría de las veces que nos encontramos con un problema tenemos la habilidad de resolverlo solos, incluso si haciéndolo tardamos un poco más.
Como hemos dicho antes el aprendizaje no funciona si solo fluye desde fuera hacia dentro, para que aprendas algo de verdad lo tienes que interiorizar, por eso las preguntas más útiles son las que te haces a ti mismo porque son las que te permitirán asimilar el contenido y recordarlo durante más tiempo.
Convertirte en un problem solver hará que seas más independiente y que no tengas que depender de otras personas para conseguir tus resultados.
2. Deja de procrastinar.
Lo primero: si eres un procrastinador nato tienes que leer el post anterior urgentemente.
Si sueles dejarlo todo para el último minuto es porque sientes que:
- Estudiando con antelación pierdes un montón de tiempo inútilmente porque hasta el día del examen queda demasiado tiempo y lo habrás olvidado.
- No sabes cómo estudiar tanto en tan poco tiempo, te aterra el solo hecho de abrir el libro y sentir que no eres capaz de meter toda esa información en tu cabeza.
Te entiendo, es normal que sientas esto estudiando como lo has hecho hasta ahora. A nadie le gusta ser un loro o padecer amnesia estudiantil.
Para dejar de procrastinar tienes que cambiar esos dos puntos: estudiar no tiene que ser un ladrón de tu tiempo y tiene que ser algo fácil.
Aunque para que no te pille el toro la última semana también te recomiendo empezar a organizarte y planificar tu tiempo y tu estudio, evitarás un montón de estrés de última hora.
3. Duerme de manera inteligente.
Dormir es necesario pero al igual que en el estudio, la cantidad no es sinónimo de calidad. Esto significa que dormir 8, 10 o 12 horas no harán que te sientas más descansado, en cambio, es mucho más eficaz dormir en según ciclos de 1 hora y media, o sea, durmiendo 4 horas y media o 6 tendrás más energía que durmiendo 8.
4. Ayuda a otras personas a aprender.
No se trata de que ayudes a otro compañero de tu clase en la asignatura que se te da mejor a ti, porque aunque así también refuerces lo que ya sabes no estarás esforzándote por mejorar tus resultados en otras asignaturas que son más difíciles.
Para cumplir con el punto 1, lo que de verdad te ayudará a aprender y recordar mejor lo que estudias es empeñarte en entender esa asignatura que menos te gusta o que te cuesta más y aprenderla con la intención de poder explicársela a tu compañero, que tal vez la lleva aún peor que tú. Así no solo estás ayudando a otra persona y creando equipo juntos, sino que también estás afrontando un reto y superándolo.
No hay nada mejor para que tu estudio sea súper efectivo.
5. Los libros no tienen todas las respuestas.
Conviértete en un pequeño explorador o detective, si hay algo que no entiendes o que no encuentras, no pierdas tiempo releyendo el mismo párrafo cientos de veces, busca información en otras fuentes, busca en internet o mira algunos videos, esto te mantendrá activo y evitará que te duermas sobre el libro, además aumenta mucho tu curiosidad.
¡Cuidado en caer en el punto 2! Mantén claro el objetivo y no te olvides de por qué has entrado en Youtube o internet.
6. Encuentra el método de estudio perfecto para ti.
Advertencia: repetir y reescribir, así como subrayar todo el libro de diferentes colores fosforito no cuenta como método.
Hábitos y técnicas de estudio
Es posible que esto sea lo que estás acostumbrado a hacer, pero si hasta ahora no te ha dado los resultados que quieres significa que es hora de cambiar algo.
Un buen método es aquel que te permite:
- Estudiar en menos tiempo
- Recordar a largo plazo sin tener que repetir
- Convierte el estudio en algo ligero y dinámico
- Estimula tu concentración
- Incluye técnicas para mejorar la velocidad de lectura y la comprensión.
Lo se, parece casi un sueño estudiar sin morir en el intento, sin aburrirte ni dedicar cientos de horas a algo que se te olvidará después de un día, pero al contrario de todo lo que te han enseñado hasta ahora, es posible.
¿Cómo se hace?
Puedes utilizar algunas de estas herramientas:
- Mapas mentales en lugar de apuntes.
- Palabras clave en lugar de subrayar todo el libro.
- Lectura rápida para ahorrar tiempo.
- La técnica de la mandarina para la concentración.
- La técnica del pomodoro para la organización del tiempo y del estudio.
- Aprende a usar las horas de clase como horas de estudio.
- Aumenta tu curiosidad y tu creatividad para que tu cerebro no se aburra cuando estudia.
- Encuentra un experto que te enseñe cómo empezar a aplicarlo.
¿Te gustaría estudiar de esta manera y empezar a tener mejores notas?